Previo al reencuentro de Soda Stereo en 2007 la revista Rolling Stone Colombia, cuando todavía se podía comprar por estos lares, tuvo una edición especial en donde habían tenido acceso a los ensayos preliminares y donde, obviamente, habían entrevistado a los miembros de la banda. Entre tantas múltiples frases dignas de hacerlas quotes, Gustavo Cerati nos dejaba una la cual pecaré de sacar de contexto, pero que encuentro oportuna para desarrollar todas mis ideas:
Contra todo, no voy a decir pronóstico, sino contra todo, el Leicester City logró su primer título de Premier League en 132 años de historia a falta de dos jornadas para finalizar la temporada 2015/16 gracias al empate a dos entre Chelsea y Tottenham. En mis 21 años de vida recuerdo pocos acontecimientos en este deporte que tuviesen tanto eco por la magnitud de lo sucedido. Algo que no es difícil de entender porque en realidad, jamás había sucedido algo como esto.
Muchos podrán decir que a lo mejor se está exagerando con los foxes porque han habido casos como del Cagliari y Verona a finales de los 70 y principios de los 80, así como la leyenda del increíble equipo de Brian Clough que, a vista de todo, será irrepetible. Cada uno tiene su mérito y valía increíble, pero lo sucedido esta temporada ha llegado a trascender barreras hasta del entendimiento, puesto que el fútbol de nuestros días, ese fútbol ''globalizado'' es más excluyente que nunca antes, debido a que unos pocos generan mucho dinero y arman las mejores plantillas para que las disputas sean año tras año sólamente entre dos/tres clubes.
Yo estoy hastiado de ver todas las temporadas al Real Madrid, Barcelona, Bayern, Chelsea, Juventus, Manchester City, PSG, etc. disputarse los torneos tanto locales como internacionales; no hay nada más deprimente para el fútbol que exista esa sensación de que las sorpresas sean muy difíciles de ver. Al ser este deporte la dinámica de lo impensado, no hay nada más gratificante que ver a un equipo que viene de pelear el descenso la pasada temporada a ganar el campeonato inglés. Ese sentimiento de apoyo al más débil es lo que nos ha contagiado a todos hasta ser, en cierta medida, hinchas del Leicester.
Una plantilla que costó menos que Raheem Sterling ha hecho lo impensable. Podemos poner en contexto el nivel del fútbol inglés en donde ciertamente los equipos ''grandes'' estuvieron en la categoría siguiente a mediocres, pero que de ninguna manera le puede quitar mérito a lo conseguido por los pupilos de Claudio Ranieri. Probablemente con un estilo de juego ajeno a lo que, por lo menos este servidor, alguna vez hubiese deseado ver, pero efectivo y ponderante de todas las cualidades de una plantilla sin nombres a seguir como en otras escuadras, pero que con el pasar de esta temporada ya podemos mencionar hasta de memoria.
Este equipo nos ha devuelto la fe a todos los enamorados del fútbol, porque han mostrado que esta disciplina no se trata de millones de dólares que gastes indiscriminadamente, es más que eso. Si no existe amor y esfuerzo para jugar a la pelota, de nada sirve ser un ídolo de nombre pero no de talento. El dinero es sólo una parte, pero no la más importante.
A este equipo que arruinará casas de apuestas sólo puedo decirle gracias. Gracias por luchar y regresarle ese encanto especial que tiene el fútbol, aunque sea por una temporada. De cara a la próxima campaña es díficil pensar en cuál será el destino de este club con respecto a sus figuras y demás, pero lo cierto es que el cuento de hadas vuelto realidad lo supieron manejar a la perfección como si fueran viejos zorros.
El dinero es sólo una parte y no puede darte amor.Nos podemos sentar a tomar un café entre todos a discutir la aplicabilidad de esta frase en un mundo donde el interés y el oportunismo privan sobre otro tipo de sensaciones, pero considero que en su aspecto más elemental, esta premisa más cierta no puede ser. Claramente muchos de ustedes estarán pensando que nada de esto tiene que ver con lo sucedido este lunes con la coronación impensada, pero con todo respeto puedo decirles que jamás habían estado más equivocados que ahora.
– Gustavo Cerati
Contra todo, no voy a decir pronóstico, sino contra todo, el Leicester City logró su primer título de Premier League en 132 años de historia a falta de dos jornadas para finalizar la temporada 2015/16 gracias al empate a dos entre Chelsea y Tottenham. En mis 21 años de vida recuerdo pocos acontecimientos en este deporte que tuviesen tanto eco por la magnitud de lo sucedido. Algo que no es difícil de entender porque en realidad, jamás había sucedido algo como esto.
Muchos podrán decir que a lo mejor se está exagerando con los foxes porque han habido casos como del Cagliari y Verona a finales de los 70 y principios de los 80, así como la leyenda del increíble equipo de Brian Clough que, a vista de todo, será irrepetible. Cada uno tiene su mérito y valía increíble, pero lo sucedido esta temporada ha llegado a trascender barreras hasta del entendimiento, puesto que el fútbol de nuestros días, ese fútbol ''globalizado'' es más excluyente que nunca antes, debido a que unos pocos generan mucho dinero y arman las mejores plantillas para que las disputas sean año tras año sólamente entre dos/tres clubes.
Yo estoy hastiado de ver todas las temporadas al Real Madrid, Barcelona, Bayern, Chelsea, Juventus, Manchester City, PSG, etc. disputarse los torneos tanto locales como internacionales; no hay nada más deprimente para el fútbol que exista esa sensación de que las sorpresas sean muy difíciles de ver. Al ser este deporte la dinámica de lo impensado, no hay nada más gratificante que ver a un equipo que viene de pelear el descenso la pasada temporada a ganar el campeonato inglés. Ese sentimiento de apoyo al más débil es lo que nos ha contagiado a todos hasta ser, en cierta medida, hinchas del Leicester.
Una plantilla que costó menos que Raheem Sterling ha hecho lo impensable. Podemos poner en contexto el nivel del fútbol inglés en donde ciertamente los equipos ''grandes'' estuvieron en la categoría siguiente a mediocres, pero que de ninguna manera le puede quitar mérito a lo conseguido por los pupilos de Claudio Ranieri. Probablemente con un estilo de juego ajeno a lo que, por lo menos este servidor, alguna vez hubiese deseado ver, pero efectivo y ponderante de todas las cualidades de una plantilla sin nombres a seguir como en otras escuadras, pero que con el pasar de esta temporada ya podemos mencionar hasta de memoria.
Este equipo nos ha devuelto la fe a todos los enamorados del fútbol, porque han mostrado que esta disciplina no se trata de millones de dólares que gastes indiscriminadamente, es más que eso. Si no existe amor y esfuerzo para jugar a la pelota, de nada sirve ser un ídolo de nombre pero no de talento. El dinero es sólo una parte, pero no la más importante.
A este equipo que arruinará casas de apuestas sólo puedo decirle gracias. Gracias por luchar y regresarle ese encanto especial que tiene el fútbol, aunque sea por una temporada. De cara a la próxima campaña es díficil pensar en cuál será el destino de este club con respecto a sus figuras y demás, pero lo cierto es que el cuento de hadas vuelto realidad lo supieron manejar a la perfección como si fueran viejos zorros.